He estado hace pocos fines de semana, por cuarta ocasión en mi vida, en la casa espiritual Padre Damián que la congregación de los Sagrados Corazones (SS.CC.) tiene en Jerez de la Frontera… aunque esta ocasión ha sido diferente. Las anteriores veces que pisé la Casa de Jerez el motivo era una convivencia grupal o de nivel parroquial. Esta vez he ido para asistir al Cursillo de Formación de Catequistas, gracias al cual he aprendido muchas cosas que me servirán en mi nueva etapa como catequista.
Allí he tenido todo tipo de encuentros. Gente nueva, amigos, hermanos de la parroquia, antiguos compañeros de Campamentos… Y puedo dar gracias a Dios que de TODOS me llevo cosas nuevas y positivas.
El fin de semana me ha servido para darme cuenta que no estoy solo en la tarea de transmitir la palabra de Dios a los pequeños, pues Él estará conmigo en todo momento para saber cómo actuar y qué decir en cada momento. De verdad GRACIAS a todos los conferenciantes por enseñarme tantas cosas útiles para la vida y para las catequesis.
Tengo palabras de agradecimientos y menciones para todos, pero para algunas personas en especial.
A Gema, Marco y demás personas que nos hablaron, por iluminar mi camino y darme fuerzas para emprender el bonito viaje del ser catequista.
A Pablo Márquez por lo buenos consejos que me ha dado.
A Santi, Sara, Clara, Lourdes, Jorge, Antonio, Valentín, Paco, Mariano, María Limón y Ana García, por dejar que me acercara a ellos y poder conocerlos.
A María Núñez y a Eva por reencontrarme con ellas tras 10 años, y gracias a este reencuentro con ellas poder recordar cada día los momentos más felices de mi vida.
A Juan Pablo, Ángel Luís, Cristina Buitrago, María Villafuerte, Pilar, Inma, Carmen, Álvaro y Fátima por poder conocerlos más a fondo, sobre todo su vida de fe.
A Curro, por ser el acompañante perfecto y saber manejarme en mis momentos buenos y malos.
A Ana Arévalo, por demostrar cada día la gran persona que es, dando ejemplo continuo de lo que tiene que ser un buen cristiano.
A Pedro Gordillo, por ser la persona que me invitó a formar parte de la parroquia y gracias a la cual estoy dónde estoy dentro de la parroquia. A él y a Rocío Risquete, mis primeros catequistas desde que entré en la Parroquia, por haberme reencontrado con ellos después de muchos años y gracias a ellos me “enganché” a las catequesis
A Blanca, por demostrar cada día la capacidad de superación de las personas, y por demostrarnos, como decía Tony Meléndez, que no digas que no puedes, pues si de verdad quieres conseguir algo, lo puedes conseguir.
A Elena, Cristi, Javi, Pedro, Ifa y Carmen Rivero por ser mis hermanos de Comunidad y estar siempre ahí.
Y por último, quiero darle las gracias a Dios, por darme la oportunidad de seguirle, de ponerme en la Congregación de los SS.CC., por ponerme delante a todos vosotros y por darme uno de los mayores regalos que me han hecho en mi vida: La posibilidad de transmitir su palabra y sus valores a otras personas, dando gratis así lo que recibí gratis.
RECORDAD QUE SOMOS INSTRUMENTOS DE DIOS, OJALÁ ESTE AÑO TODOS NOSOTROS PODAMOS DAR PINCELADAS A LOS NIÑOS A LOS QUE DEMOS CATEQUESIS.